Respecto de las palomas que alguien despedaza sistemáticamente en Cheste (Valencia), ACMAT-CERO ha realizado distintas gestiones para recabar datos y noticias sobre el asunto. Indicar primero que hemos sido atendidos con amabilidad y espíritu cooperativo y se nos ha proporcionado la siguiente información:
El despedazamiento de las palomas es realizado por un solo individuo; el mismo podría sufrir algún tipo de disfunción mental; efectivamente, en el pueblo se han girado no una sino varias denuncias contra el mismo por los hechos cometidos; las denuncias se encuentran en el o los juzgados a la espera de juicio; la dilación se debe a la habitual tardanza de tramitación de los casos en los juzgados; entretanto, la policía mantiene el caso abierto, al nivel de su competencia. No hemos podido aclarar si, en esta situación, el despedazamiento de palomas se ha interrumpido o aún sigue ocurriendo. Tampoco hemos sabido si las denuncias han sido interpuestas por particulares (ante la policía y giradas por ésta al juzgado) o directamente por actuación policial ante las pruebas que hubiera. Posiblemente las primeras denuncias fueran por particulares afectados directamente por la visión de los restos de las palomas torturadas y tal vez siguieran denuncias policiales directas pero no tenemos constancia.
Comentario: Este caso, así contemplado, es perfectamente esclarecedor de cómo una legislación escasa, difusa, de aplicación compleja y de resultados ínfimos, con multas ridículas en el mejor de los casos, va permitiendo (y continúa y continuará permitiendo) que a nivel personal, grupal o institucional se cometan todo tipo de desafueros y abusos contra animales indefensos e inocentes. Nadie tiene la culpa (salvo el culpable, que incluso condenado, se reírá de la pena impuesta) y todos somos culpables: por no intensificar esfuerzos, por no unirnos masivamente contra los malos tratos a animales, por no ser capaces de encontrar fuerza suficiente para influir en los estamentos políticos, por no conseguir cambiar una mentalidad popular para la que los animales son objetos, propiedades, mercancías o, como en el caso del torturador de Cheste, y tantísimos otros, basura. Debemos exigir Tolerancia Cero ante los maltratadores, a todos los niveles sociales y políticos y seriedad y rapidez en la evitación de estos delitos
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