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Sr. D. Francisco-Javier Hernández Martínez
Viceconsejero de Cultura y
Deportes
Comunidad de Madrid
Puerta del Sol, 7
28013 Madrid.
Me dirijo a Vd. por ser el
funcionario de la Comunidad de Madrid citado
por los medios de comunicación del modo
siguiente en el: “acuerdo alcanzado por
el Gobierno regional y Taurodelta y que este viernes ha presentado el
viceconsejero de Cultura y Deportes, Javier Hernández…”, junto con –añaden los mismos- el empresario de la
plaza de toros de Las Ventas en Madrid. Igualmente lo anuncian Vds. ampliamente
en la página oficial de esa Consejería.
Esta Asociación que presido, de ámbito
nacional y con representación física en la Autonomía de Madrid, se dirige a Vd. por lo siguiente:
Acmat Cero es una asociación legal y
que actúa dentro de la legalidad. Razón por la cual, para expresar nuestra
opinión final en un asunto, salvo en casos de flagrante y urgente maltrato o
matanza de animales, tratamos de informarnos lo más ampliamente posible: Dado
que el presente caso se origina en una entidad pública de la Administración, responsable por tanto ante
todos los ciudadanos, nos dirigimos al departamento
implicado en el acto de que se trata e intentamos obtener aclaraciones directas
de la institución político-administrativa responsable.
En su consecuencia:
Deseamos se nos informe con
exactitud de por qué ha surgido esta iniciativa en el momento presente,
dentro de la agenda de actuaciones de su Consejería, qué fines concretos
persigue y si la misma es una decisión que forma parte de lo que pueda
considerarse un trámite habitual ordinario de la Administración autonómica o ha sido dictada por
iniciativa del partido político que gobierna en la misma, de forma
extraordinaria.
Igualmente le preguntamos sobre la
incidencia económica que este acuerdo representa para las arcas de la Comunidad de Madrid o, dicho de otro modo, qué
parte del 30% de la rebaja que han acordado para facilitar entradas a jóvenes lo
asume a su cargo la Hacienda
autonómica de Madrid, que se nutre de los impuestos de todos los madrileños.
Y no podemos dejar de preguntar si en
la toma de esta decisión se han sopesado razones de justicia
poblacional y responsabilidad institucional. Dicho de otro modo: si han evaluado
el descoloque humanístico y caracteriológico personal que impactará a los
jóvenes (que debemos considerar inocentes
en temas de sangre y muerte) al facilitar su asistencia para contemplar un ritual de salpicaduras sangrientas,
tortura reiterada y muerte abusiva, en el que lo único cultural posible es,
sin duda, el inmueble (Las Ventas y pocos
más) en el que se realiza, no pudiendo considerarse que sea un deporte la repetitividad de piruetas y engañifas
del matador, ni espectáculo civilizado el machacar, atravesar y matar animales… públicamente y para gozo de
mentes de dudosa responsabilidad frente al mundo de hoy y el propio planeta.
Y deseamos nos conteste, si se han
planteado siquiera la incongruencia absoluta, la injusticia
intolerable, la intromisión indefendible que actos como éste representan
respecto de los jóvenes a los que se dirige y el previsible trastorno en las personalidades que con este hecho de
facilitar la participación directa, aún contemplativa, de una matanza, estarán
ustedes provocando: muy especialmente ofreciendo también la asistencia al
ritual ¡a muchachos entre 14 y 18 años! Esto es, menores
de edad. Por lo tanto, deseamos conocer si han encargado Vds.
previamente estudios procedentes de instituciones científicas, del área de
la infancia, la juventud, la sicología y la siquiatría, que les hayan animado,
avalado y justificado para asumir semejante toma de decisión. Y si lo han
hecho, que nos indiquen la autoría de esos documentos, para comprobar la
realidad de los mismos. Como igualmente si en esta área de los menores de edad,
los muchachos necesitarán para obtener las entradas, demostrar la
previa conformidad de sus padres o tutores…
Finalmente, le pregunto si han
tenido ustedes presentes las estadísticas que indican que un 70% de la
población es opuesta o indiferente a las corridas de toros. Sabido lo cual, si
lo que pretenden es aumentar el aforo artificialmente, también esperamos nos
justifiquen la razón con argumentos suficientes.
Cuanto le decimos son preguntas, no alegaciones. Conforme ustedes las
contesten, expresaremos nuestra opinión definitiva, una vez evaluada la
respuesta.
Atentamente,
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